El estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), indica que el precio real de las celdas de iones de litio, escalado por su capacidad energética, ha disminuido en aproximadamente un 97% desde 1991.

Adicionalmente, habría la posibilidad de nuevas caídas pronunciadas, que podrían tener un impacto beneficioso en artículos como computadoras portátiles y teléfonos celulares y, lo que es más importante, en almacenamiento estacionario y vehículos eléctricos, que aún deben ser más asequibles para la absorción masiva que se prevé.

Entre 1992 y 2016, el precio real por capacidad energética disminuyó aproximadamente un 13% por año y, al duplicarse el tamaño acumulado del mercado, disminuyó un 20%. Cuando la densidad de energía se incorpora a la definición de servicio proporcionado por una batería de iones de litio, las tasas de mejora tecnológica estimadas aumentan al 17% y 27% respectivamente.

Estas disminuciones reflejan las observadas con los paneles solares fotovoltaicos y juntas están proporcionando la ‘tormenta perfecta’ que está permitiendo la rápida absorción de los recursos distribuidos en el hogar.

Jessika Trancik, profesora asociada en el Instituto de Datos, Sistemas y Sociedad del MIT y una de las autoras del estudio dijo:

«Estas tendencias son tan importantes para llevarnos a donde estamos ahora, y también para pensar en lo que podría suceder en el futuro.  Muchas conclusiones importantes de política climática se basan en estas pocas tendencias [publicadas]. Por esta razón, es importante hacerlo bien. Existe una necesidad real de tratar los datos con cuidado y mejorar nuestro juego en general al tratar con datos tecnológicos y rastrear estas tendencias».

 

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Trancik y el co-investigador postdoctoral del MIT Micah Ziegler atribuyen la incertidumbre anterior sobre la disminución de los costos de las baterías principalmente al hecho de que la mayoría de las baterías de iones de litio no se venden directamente al consumidor. Más bien, son vendidos o fabricados por grandes empresas en números de millones en acuerdos que permanecen en forma de datos corporativos cerrados.

Los investigadores consideran un resultado clave del estudio para alimentar la formulación de políticas energéticas. Por ejemplo, el costo de las baterías es un factor determinante clave, de los precios de los vehículos eléctricos, que a su vez se incorporan a las proyecciones de la tasa de adopción, y a la planificación de la distribución de electricidad.

Trancik señala:

“Las tendencias de datos publicados sobre las pocas tecnologías limpias que han experimentado importantes reducciones de costos a lo largo del tiempo, la eólica, la solar y ahora las baterías de iones de litio, tienden a ser referenciadas una y otra vez, y no solo en artículos académicos, sino en documentos de políticas e industria”.

 

Fuente: Smart Energy